Embarcados en un gobierno cuya única bandera era – y es – el odio hacia otros representantes de la política municipal y unidos por injustificables y oscuros intereses, esta singular tripulación nos ha demostrado a lo largo de la legislatura lo ingobernable que puede llegar a ser una embarcación cuyo timón de mando tiene tantos pretendientes como integrantes forman parte de dicha tripulación.
Contratados a golpe de doblón (entiéndase euros) y sin haber acreditado valía alguna para ejercer tan difícil misión, algunos de estos tripulantes creyeron que bastaría con mantener las velas desplegadas para aprovecharse de los tiempos de bonanza económica y prosperidad generalizada que parecían no tener fin.
Sin embargo, han bastado unas pocas olas de proa para poner de manifiesto que la codicia y el afán de lucro personal no son buenos compañeros de viaje cuando lo que se pretende es llevar el barco a buen puerto.
Dirigidos por un despótico y siniestro capitán llamado Pedro Antonio Mesa Moreno y jaleados por el no menos falto de escrúpulos Concejal de Hacienda Santiago Molina (IU), los máximos responsables de esta embarcación han intentado enderezar el rumbo de la nave merced a un cúmulo de desafortunados y bruscos golpes de timón.
Alternando “latigazos tributarios” con flagrantes despropósitos, los autores de tamaña desventura han colocado la nave municipal al borde del hundimiento y han lastrado las arcas municipales hasta extremos casi insospechados.
Plenamente conscientes de lo insostenible de la situación, la consigna del: ¡¡Sálvese quien pueda!!, se ha extendido como la pólvora entre los oficiales al mando y el nutrido grupo de interesados polizones políticos que hoy por hoy forman parte de tan singular tripulación.
Desde las filas de ICxP, contemplamos con pesar el caos generalizado que se ha apoderado del consistorio y condenamos la irresponsabilidad de unos gobernantes que no han dudado ni un solo momento en hipotecar el futuro de sus conciudadanos para anteponer sus intereses personales.